Colaborando Con La Verdad, Haremos Visible A Dios.
Si la vida del Hijo de Dios satura todo nuestro ser, la gloria del padre dejará de ser un discurso para ser vida tangible y visible al mundo. El mundo no nos necesita a nosotros primeramente, sino que es NUESTRA NECESIDAD —por amor— complacer a nuestro Padre siendo la expresión visible de Su corazón en la tierra.