Una semejanza que no puede ser ignorada:
“Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían”. (Salmos 135:18).
Tenemos que decir que somos igual a aquello que se forma en nosotros. Todo lo que está en estado de formación en nosotros, es lo que VERDADERAMENTE SOMOS. No somos lo que hacemos, no somos nuestros títulos, no somos según los dones que tengamos, ni somos lo que la gente dice; solo somos aquello que se forma en nosotros.
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