En esta ministración, podremos ver con claridad la intención De Dios para con el hombre: que el hombre pueda representarlo, a través de la imagen de Su Hijo.
Para que el hombre se vuelva un representante, Dios le otorgó por gracia, una competencia, volviéndolo así un Ministro Competente.
Siempre Dios quiso ser representado en la tierra. No es lo mismo representar que sustituir. El pecado del hombre siempre radico en que quiso sustituir a Dios, haciendo así su propia voluntad. Por el contrario el diseño de Dios fue que podamos representarlo y manifestarlo en la tierra.
Hablar de ministros competentes, es hablar de recuperar el sacerdocio. El sacerdocio de los creyentes es fundamental para que la iglesia avance en el cumplimiento de su asignación. El sacerdocio de todo creyente tiene que dejar de ser una mera declaración doctrinal para convertirse en la razón y realidad de la vida de los hijos de Dios.