PARTE I: "Rompiendo la pereza misional"
Toda palabra que viene de Dios nos conduce a un equilibrio espiritual tan extraordinario, que nos lleva no solo a conocer lo profundo de Dios, sino a expresar y manifestar lo profundo de su conocimiento.
Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón, y no debe dar con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a quién da con alegría. 2 Corintios 9:7